Por Roberto Ramos-Perea
del Instituto Alejandro Tapia y Rivera
8 de enero de 2025
Columnas publicadas en Facebook el 7 de enero de 2025 relativas al lanzamiento y propaganda del cantante de música urbana BadBunny y su nuevo disco “Debí tomar más fotos”.
𝐓𝐎𝐃𝐎𝐒 𝐎𝐏𝐈𝐍𝐀𝐍 𝐒𝐎𝐁𝐑𝐄 𝐄𝐋 𝐂𝐎𝐑𝐓𝐎𝐃𝐄 𝐁𝐁.
Parte 1.
Por R. Ramos-Perea
(𝑬𝒔𝒕𝒆 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂𝒓𝒊𝒐 𝒏𝒐 𝒆𝒔 𝒂𝒑𝒕𝒐 𝒑𝒂𝒓𝒂𝒒𝒖𝒊𝒆𝒏𝒆𝒔 𝒎𝒖𝒄𝒉𝒐 𝒐𝒑𝒊𝒏𝒂𝒏 𝒚 𝒑𝒐𝒄𝒐 𝒍𝒆𝒆𝒏. 𝑹𝒆𝒄𝒖𝒆𝒓𝒅𝒆 𝒒𝒖𝒆 𝒍𝒂 𝒎𝒆𝒅𝒊𝒅𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒂𝒊𝒏𝒕𝒆𝒍𝒊𝒈𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂 𝒆𝒔 𝒍𝒂 𝒍𝒆𝒄𝒕𝒖𝒓𝒂 𝒚 𝒆𝒍 𝒄𝒓𝒊𝒕𝒆𝒓𝒊𝒐, 𝒏𝒐 𝒍𝒂 𝒐𝒑𝒊𝒏𝒊𝒐́𝒏).
Hago una pregunta que nadie me contesta: ¿hay que aceptar la bondad del asesino? Cuando Pablo Escobar Gaviria dominaba la narcoguerra de Colombia, una de sus acciones “redentoras” favoritas era construir barriadas, canchas y proveer a las comunidades pobres de Medellín con las facilidades para mejorar su subsistencia. Lo hacía con el dinero que ganaba traficando el peor veneno que se ha traficado en la civilización. Sin descontar que, para el tráfico de ese veneno, era necesario el asesinato de policías, corrupción de mujeres y jóvenes, matanzas de funcionarios públicos y políticos respaldados también por el pueblo.
Es un dilema moral muy serio que nuestro país, Puerto Rico, pasa por alto de maneras tan festinadas, tan gratuitas, que ciertamente avergüenza hasta al menos sabio. La discusión sobre los méritos o valores del video del señor Bad Bunny provoca ronchas. Por un lado, una gran parte de los que opinan en estas redes, llega a la santificación, al irracional fanatismo, a la servil gratitud hacia este joven cantante que pretende ser el salvador de nuestra dignidad patriótica.
Este mismo joven fue al que todos vimos hacer cantar a un estadio de más de 50,000 personas: “Me gusta la chxcha de Puerto Rico”, y que el pueblo, sobre todo las mujeres, aplaudió delirantemente. (¡Una de esas mujeres me llamó “machista” por objetar este suceso!).
Sin abundar en lo que ha dicho el Dr. Jose E. Muratti-Toro, una de las cabezas intelectuales de la Nación en su reciente columna—puesto que él lo ha dicho mejor que nadie—, salto a partir de él a un nuevo pensamiento: ¿cuánto estamos dispuestos a excusar, ignorar, aguantar? Ese entendido “aguante” que nos cantaba René Pérez en una de sus últimas canciones. ¿Cuánto estamos dispuestos a que la honestidad moral y la ética de nuestro pueblo se pongan en la balanza contra un patriotismo falso, hueco, espurio, propagandístico? No puedo evitar reflexionar en cuanto de nuestro patriotismo es realmente HIPÓCRITA.
Si no empezamos a discernir los terribles oxímorones de nuestra conducta puertorriqueña, los vejámenes de nuestro machismo, de nuestro racismo, las ridículas exigencias del fascismo woke o las sempiternas estrategias de explotación capitalista, ¿qué carajos vamos a legarles a las nuevas generaciones? Aquí nadie es santo ni inocente. El problema es que queremos 𝒑𝒂𝒓𝒆𝒄𝒆𝒓 inocentes.
Vivimos este maloliente simulacro (como diría el genio de Baudrilliard) donde celebramos cada tontería narcisista que se nos ocurre como parte de esa propaganda de “𝑠𝑒𝑟 𝑏𝑜𝑟𝑖𝑐𝑢𝑎, 𝑝𝑎' 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑢́ 𝑙𝑜 𝑠𝑒𝑝𝑎𝑠”, que ha corrompido la esencia de nuestra nacionalidad a niveles avergonzantes.
Por eso la “imagen de la independencia” nos causó tantos problemas en las elecciones pasadas, porque no es lo mismo luchar por la independencia para todos que lucharla para un partido. Y ya confirmamos que el PIP solo lucha para sí mismo y no para todo su pueblo. Porque ese “todos” nos exige que sea 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒕𝒐𝒅𝒐𝒔. (¿No que éramos “socialistas democráticos”?)
Llega un momento en que uno se harta de oír cómo se celebra tal hipocresía y cómo se excusa un siniestro pasado con las amables palabrejas patrioteras del presente. (¿Recordaremos a José de Diego y su santa hipocresía?) Tan fácil como gritar “¡Fuera LUMA!” o ir a una marcha hasta Fortaleza. Y ya. Cumplimos.
¿Ir a un hospital a regalar juguetes a los niños el Día de Reyes y retratarse para la prensa, a quién realmente beneficia? Si se tiene el capital, si se tiene tanto dinero y fama, ¿no es mejor trabajar por aquellos que realmente lo necesitan en el honroso silencio de la bondad? ¿De qué hablamos cuando hablamos de bondad, de esfuerzo, de reivindicaciones sociales? A los viejos es difícil engañarlos.
Nosotros no tenemos que tomar tantas fotos. No todos tenemos alzheimer. Nosotros no hablamos con sapos conchos de nuestra imaginación, ni voceteamos con nuestros autos por las calles, ni mucho menos aceptaríamos que un gringo nos ofendiera en nuestro propio barrio. Aquí hay viejos que luchan TODOS LOS DIAS por ser NACIÓN.
Yo no voy a cuestionar los méritos que como cortometraje pueda o no tener. Del arte se cuestiona lo que dice como ideología, porque de forma no hay nada nuevo bajo el sol. Pero al intelectual Muratti le han tildado de “viejo”, por cuestionar las pretenciones “patrióticas” del famoso video en esa vulgar y bruta reacción de quien no tiene argumentos, y que se complace en vomitar fanatismos y glorificaciones generosas por la mera simpatía del momento. “Es que BB es tan bueno, él defiende al pueblo, él se esfuerza, él da mucho a la juventud, les compra instrumentos musicales, es un patriota, él me representa, él quiere mucho a Puerto Rico…”… bla, bla, blá.
LAS MUJERES ASESINADAS POR SUS MARIDOS TAMBIÉN QUERÍAN MUCHO A PUERTO RICO; LOS POLICÍAS A QUIENES LOS DELINCUENTES LES DISPARAN TAMBIÉN QUIEREN MUCHO A PUERTO RICO; LOS JÓVENES SIN FUTURO QUE DEAMBULAN POR LAS CALLES BUSCANDO UN EMPLEO QUE NADIE LES DA, TAMBIÉN QUIEREN MUCHO A SU PAÍS; LOS NEGROS MARGINADOS POR SU COLOR, LOS VIEJOS AÚN HÁBILES PARA EL TRABAJO QUE SE MUEREN EN LOS ASILOS, LOS NIÑOS DE EDUCACIÓN ESPECIAL, LAS MADRES SOLTERAS, LOS OBREROS MAL PAGOS, LOS OBREROS DE LA CULTURA QUE LA HACEN A DURAS PENAS CON CERO CAPITAL… 𝐭𝐚𝐦𝐛𝐢𝐞́𝐧 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐞𝐧 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐨 𝐚𝐏𝐮𝐞𝐫𝐭𝐨 𝐑𝐢𝐜𝐨. ¡CARAJO!
𝐒𝐎𝐁𝐑𝐄 𝐄𝐋 𝐕𝐈𝐃𝐄𝐎 𝐃𝐄 𝐁𝐁.
𝐏𝐀𝐑𝐓𝐄 𝟐.
Por R. Ramos-Perea
La gente pretende que los que pensamos el país claudiquemos a la intelectualidad para evitar tener que combatirnos en nuestro terreno. Pero no voy a rebajarme a las entendederas de nadie; o el pueblo se vuelve intelectual a su vez, o disfruten su brutalidad como los cerdos disfrutan del fango.
El culto al bruto, al ignorante, al que no lee ni se instruye, al famoso porque sí, 𝒂𝒍 𝒒𝒖𝒆𝒔𝒊𝒎𝒑𝒍𝒆𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒐𝒑𝒊𝒏𝒂 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒏𝒆𝒗𝒂𝒄𝒖́𝒂 -porque tiene el “santo” derecho de evacuar- es lo que acabará con el sentido común con que debemos enfrentar el futuro.
Luego de la columna anterior que publiqué hace unas horas, la caterva de defensores del señor BB ha enarbolado los más disparatados y atroces argumentos que haya podido leer en los últimos tiempos.
Hay dos de esos argumentos que, además de anonadarme, me averguenzan. El primero de ellos es que: como soy un viejo, no puedo entender los “méritos” y la “grandeza” de la película de este señor, ni de sus demás aportaciones al patriotismo nacional.
En primer lugar, no soy viejo. Tengo 65 años y, a pesar de una que otra dolama, me considero una persona relativamente joven. Si los jóvenes consideran que 65 años es ser viejo, ¡que Dios nos proteja de lo que considerarán en un futuro sobre ellos mismos!
Esta distancia generacional, establecida tan agresivamente para condenar nuestras formas de pensar, llevó a uno de mis lectores a cuestionarme ¿qué había hecho mi generación por este país, cuando su generación —supongo que el que escribe debe tener unos veintitantos años— había sacado a un gobernador de Fortaleza. Ante eso, respiré hondo y le contesté con toda mi amabilidad: “𝐄𝐬 𝐜𝐢𝐞𝐫𝐭𝐨, 𝐭𝐮 𝐠𝐞𝐧𝐞𝐫𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧𝐬𝐚𝐜𝐨́ 𝐚 𝐮𝐧 𝐠𝐨𝐛𝐞𝐫𝐧𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐝𝐞 𝐅𝐨𝐫𝐭𝐚𝐥𝐞𝐳𝐚, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐩𝐨𝐧𝐞𝐫 𝐨𝐭𝐫𝐨 𝐩𝐞𝐨𝐫. 𝐌𝐢𝐠𝐞𝐧𝐞𝐫𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧, 𝐬𝐢 𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐩𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐞𝐳𝐜𝐨 𝐚𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚, 𝐭𝐞 𝐝𝐢𝐨 𝐥𝐚𝐬 𝐨𝐩𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐨𝐡𝐢𝐜𝐢𝐞𝐫𝐚𝐬”.
¿Desde cuándo, en la vida social de nuestro pueblo, (quizá no tanto en la cultura, donde sí hay brechas generacionales notables), los jóvenes se quejan de los viejos o los viejos de los jóvenes?
Precisamente, 𝒖𝒏𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒈𝒓𝒂𝒏𝒅𝒆𝒔𝒕𝒓𝒊𝒖𝒏𝒇𝒐𝒔 𝒊𝒏𝒕𝒆𝒓𝒈𝒆𝒏𝒆𝒓𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏𝒂𝒍𝒆𝒔 𝒉𝒂 𝒔𝒊𝒅𝒐𝒍𝒂 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒐𝒔𝒂 𝒕𝒐𝒍𝒆𝒓𝒂𝒏𝒄𝒊𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒂𝒄𝒐𝒎𝒑𝒂𝒔𝒊𝐨́𝒏. (“Pasión con…”)
He visto viejos del brazo de jóvenes en las marchas. He visto jóvenes ayudando a los viejos en sus tareas diarias. He visto viejos ser venerados por clanes de jóvenes. Y he visto viejos llorando de orgullo por los logros de los jóvenes. Esa brecha, socialmente, ya no existe. ¿A qué resucitarla para defender “la aportación” del señor BB?
El segundo argumento que “me sacó por el techo”, es cuando alguien me comentó que la mayor aportación de este señor, que yo debía agradecer com bombos y platos, es que con este cortometraje BB estaba enseñándoles a las nuevas generaciones su historia y haciéndoles sentir orgullo de su puertorriqueñidad.
Ante esto, tuve que contener una carcajada de rabia. ¿𝙔 𝙦𝙪𝙚́ 𝙘𝙖𝙧𝙖𝙟𝙤 𝙝𝙖𝙣 𝙝𝙚𝙘𝙝𝙤 𝙡𝙤𝙨𝙢𝙖𝙚𝙨𝙩𝙧𝙤𝙨 𝙨𝙖𝙘𝙧𝙞𝙛𝙞𝙘𝙖𝙙𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙣𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙖 𝙣𝙖𝙘𝙞𝙤́𝙣𝙙𝙪𝙧𝙖𝙣𝙩𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙪́𝙡𝙩𝙞𝙢𝙤𝙨 200 𝙖𝙣̃𝙤𝙨? ¿Desde la familia de maestros negros Cordero Molina y el mártir Eleuterio Derkes en los 1860’s, hasta los maestros del DE de hoy? ¿Está su sacrificio por debajo del video de BB? Claro, pero el que argumenta a favor de las “enseñanzas” de BB no debe tener ni puta idea de quienes fueron nuestros primeros maestros negros.
Maestros puertorriqueños que dejan sangre y dolor en sus salones de clase; que tienen que poner de su salario para pagar los materiales que le corresponde al gobierno suplir. Maestros —y perdonen lo personal- como mi santa madre— que tenían que caminar campos y quebradas una hora desde su casa a la escuela rural todos los días para llevar educación, cultura y sabiduría a los jibaritos descalzos de Añasco y Las Marías. Maestros que dan su vida para que algún pendejito ignorante pueda sentirse orgulloso de tener una bandera por la que se ha derramado la sangre de la patria. Maestros que nos enseñaron a amar, a conocer, a respetar, a honrar, a valorar, a sembrar, a cosechar el generoso fruto del más sublime amor humano: el amor a los hijos y la veneración a los padres, (a los biológicos, los de crianza y a los de la patria.)
Claro… a mi generación la enseñaron FILÓSOFOS, INTELECTUALES, ESCRITORES, ARTISTAS DE VERDAD, REVOLUCIONARIOS, GENIOS CREADORES que no necesitaron marketing, redes sociales ni periodistas de farándula para crear una conciencia de Patria que todavía pervive en nosotros, en esos a los que algunos jovenes petulantes llaman "los viejos".
Y es horrible tener que admitir que sea una “maravilla” que la memoria histórica de nuestra nación nos la enseñen los cantantes de reguetón. 𝙃𝙤𝙧𝙧𝙞𝙗𝙡𝙚.
SEGUIMOS CON BB. PARTE 3.
Por R Ramos-Perea.
Estimada amiga:
Con mucho respeto y consideración, respondo a tu comentario y te agradezco sobremanera el respeto con que lo planteas y la sabiduría con que argumentas. Sin embargo, yo no considero una involución el hecho de no aceptar que existan plataformas diferentes a aquellas que la intelectualidad, el ejercicio del conocimiento y la experiencia han ofrecido durante siglos. No creo que sea prudente sacrificar todo el pasado, que tanto trabajo ha costado construir, por la simple curiosidad de un presente incierto, que depende casi exclusivamente de estructuras de mercados corruptos, seductores y oportunistas.
Nunca he dicho que la cultura popular sea enemiga. Igual que tú, pienso que es un hermoso y necesario aliado. Pero, ¿a quién pertenece esa cultura popular? ¿Quién la moldea? ¿Quién la sostiene? ¿Con qué capital se proyecta? Y, en última instancia, ¿quién es el beneficiario?
Yo no creo que el intelectualismo sea elitismo. Creo que el intelectualismo y la inteligencia tienen que ser los rectores de una civilización organizada. Y eso tú lo demuestras en tu culta manera de hablar y de argumentar. Si no fueras una intelectual en la definición concreta del término (aquella persona que se preocupa y piensa el país y su circunstancia), no valorarías el potencial del intelecto ni la obligación que tienen los pueblos de aspirar a lo máximo que la inteligencia puede ofrecernos.
Por otro lado, no creo que debamos combinar fuerzas con quienes están más pendientes de sus intereses personales que de las aspiraciones colectivas. Honestamente, no veo aspiraciones colectivas en el mercadeo patriotero del señor BB. No me seduzco tan fácilmente porque pienso. Creo que lo que manifiesta es un simulacro, y que ese simulacro le ha sido muy beneficioso. En concreto, ¿qué ha hecho, aparte de ganar más fama, aumentar su cuenta bancaria y conseguir que diferentes foros internacionales lo reconozcan como un fenómeno de su género? Reconocimento que se compra.
No se trata de ser inflexible ni excesivamente abierto, se trata de ser justo. Se trata de ser verdadero con lo que realmente sucede en el país y de acreditar a quien merece los logros que hemos alcanzado y los fracasos en los que hemos caído. No considero que Bad Bunny nos haya colocado en un nivel apreciable a nivel internacional. Mucho más han hecho otros, que sería extenso mencionar. Por el simple hecho de que Bad Bunny tenga mayor dinero para comprar esa presencia internacional, no significa que la merezca.
De todas formas, agradezco muchísimo tu comentario inteligente y te insto a que, de alguna manera, apliques esa misma vara con la que evalúas al señor Bad Bunny a los que estamos del otro lado, tratando a duras penas de construir un país beneficioso para todos y no para la cuenta bancaria de un reguetonero.
Muchísimas gracias. Siempre estarás invitada a colaborar en esta página.
𝑼𝑵 𝑫𝑰𝑨𝑳𝑶𝑮𝑶 𝑰𝑵𝑻𝑬𝑳𝑰𝑮𝑬𝑵𝑻𝑬 (¡𝒂𝒍𝒇𝒊𝒏!),
𝑺𝑶𝑩𝑹𝑬 𝑩𝒂𝒅 𝑩𝒖𝒏𝒏𝒚.
Parte 4.
Por R. Ramos-Perea
𝐍𝐨 𝐫𝐞𝐡𝐮𝐲𝐨 𝐩𝐫𝐨𝐯𝐨𝐜𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐥𝐢𝐠𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬. 𝐋𝐨𝐬 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐥𝐞𝐜𝐭𝐮𝐚𝐥𝐞𝐬 𝐭𝐞𝐧𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐞𝐥𝐢𝐦𝐩𝐞𝐫𝐚𝐭𝐢𝐯𝐨 𝐦𝐨𝐫𝐚𝐥 𝐚𝐥𝐞𝐜𝐜𝐢𝐨𝐧𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐪𝐮𝐞𝐡𝐞𝐫𝐞𝐝𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨𝐬 𝐚𝐧𝐜𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨𝐬 𝐲 𝐝𝐞𝐭𝐨𝐝𝐚 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐦𝐞𝐦𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨́𝐫𝐢𝐜𝐚. 𝐃𝐞𝐥𝐨𝐬 𝟕𝟎,000 𝐚𝐦𝐢𝐠𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐞𝐧𝐠𝐨, 𝐮𝐧𝐨 𝐨 𝐝𝐨𝐬𝐝𝐞 𝐞𝐥𝐥𝐨𝐬 𝐦𝐞 𝐡𝐚𝐧 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐫𝐩𝐞𝐥𝐚𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐧𝐫𝐞𝐬𝐩𝐞𝐭𝐨 𝐞 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐥𝐢𝐠𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚, 𝐲 𝐧𝐨 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐨𝐦𝐞𝐧𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐜𝐮𝐝𝐢𝐫. 𝐒𝐮𝐬 𝐚𝐫𝐠𝐮𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬𝐦𝐞𝐫𝐞𝐜𝐞𝐧 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐞𝐭𝐨 𝐞 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐥𝐢𝐠𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐢𝐠𝐮𝐚𝐥. 𝐀𝐪𝐮𝐢́ 𝐫𝐞𝐩𝐫𝐨𝐝𝐮𝐳𝐜𝐨 𝐮𝐧𝐨.
(Si no le gusta leer largo, que le vaya bonito.)
RRP.- Con el mismo respeto y consideración con los que te diriges, me permito responder a tus argumentos. Aprecio tu reflexión, aunque discrepo profundamente de tu perspectiva sobre lo que representa Bad Bunny y el impacto cultural que ha generado.
AMIGO.-En primer lugar, afirmar que aceptar nuevas plataformas es una "involución" es, cuanto menos, arriesgado.
RRP.-Por supuesto que lo es. No porque sean nuevas quiere decir que sean socialmente positivas y genuinas.
AMIGO.-La cultura es un organismo vivo, en constante cambio, y no puede permanecer anclada exclusivamente a los modelos que la intelectualidad tradicional ha considerado válidos.
RRP.-Claro que es un organismo vivo, eso nadie lo discute. Pero no podemos oponer su vivacidad al capricho de nuestros pareceres. No creo que la intelectualidad sea para nada tradicional. Sería una contradicción de términos. Somos intelectuales porque pensamos el país como lo vemos en su evolución –involución–. Y lo pensamos ahora y aquí con las herramientas intelectuales que tenemos: el criterio, el análisis, los datos comprobables y los comportamientos sociales.
AMIGO.-Negarse a reconocer que los mercados –imperfectos y muchas veces corruptos, sí– son también agentes de cambio cultural es cerrar los ojos a una realidad innegable.
RRP.-Amigo, si algunos ojos permanecen abiertos y vigilantes es a los mercados, que no han hecho otra cosa que dividir la sociedad entre ricos y pobres, esclavos y amos, reyes y plebeyos, capitalistas y socialistas. No quiero negociar cambios sociales con ninguno de ellos por razones obvias.
AMIGO.-Dices que no ves aspiraciones colectivas en la figura de Bad Bunny. Sin embargo, el artista ha logrado algo que pocos han conseguido: darle voz a millones de personas que, históricamente, no han tenido representación en los espacios tradicionales de la cultura "elevada". Sus canciones, su actitud y su forma de desafiar las normas sociales han abierto conversaciones necesarias sobre identidad, género y clase social.
RRP.-¿Millones de personas han cambiado su vida, su realidad, su estatus económico o su acentuada división de clases por las canciones y las acciones “filantrópicas” de un consumado narcisista como Bad Bunny? ¿En serio piensas eso? Y digo narcisista porque el billboard donde el aparece besandose a sí mismo no abrió ninguna discusión sana sobre género, inclusión o identidad. Por el contrario, fomento un abierto narcisismo y un egocentrismo en las nuevas generaciones, de los que ya vamos viendo sus nocivas consecuencias en la fijación morbosa por la imagen, el like, el instagrán, y las fatuas "virtudes” de la moda “woke” y el “cancel culture”.
AMIGO.-Es válido cuestionar a quién beneficia la cultura popular y quién la financia, pero reducir el impacto de Bad Bunny a una simple transacción comercial es minimizar una revolución cultural que ha cruzado fronteras. Sí, hay mercadeo, hay fama y hay capital, pero también hay un mensaje que ha calado en millones de personas.
RRP.-¿Cuál es ese mensaje que ha calado? ¿"Me gusta la chxcha de Puerto Rico"? ¿“Fuera LUMA”? ¿“Muerte al PNP”? ¿A eso le llamas “calar”? Creo, amigo, que sobrevaloras esto. Y podría creerte si pensara que Bad Bunny es un monje trapense, una monjita de la caridad humilde o un filántropo cristiano cuya mano izquierda no sabe lo que hace la derecha. Pero no es así.
AMIGO.-El intelectualismo no debe ser un pedestal inalcanzable, sino un puente que conecte con las masas. Si la intelectualidad se aísla, se convierte en una torre de marfil desde la cual se juzga y desprecia lo que ocurre en la calle, en los barrios y en las plataformas digitales.
RRP.-Amigo, la inteligencia no es inalcanzable. Con educación, empeño, lecturas, observación y desprendimiento de fanatismos y condicionamientos, cualquier persona puede considerarse un intelectual. Tú, por tus argumentos y tu exposición, es obvio que lo eres. Y esas “masas” como tú las llamas no hubieran conseguido todo lo que en justicia merecen si no fuera porque ÉLITES DE INTELECTUALES han tomado las riendas de los grandes movimientos revolucionarios y han puesto su vida al riesgo, hombro con hombro con el pueblo. Pero con un obvio liderazgo que les otorga la inteligencia y el discernimiento, y no el fanatismo popular.
AMIGO.-Bad Bunny no es perfecto.
RRP.-¡Gracias a Dios que no! Nadie le ha pedido eso. Solo le pedimos que sea honesto.
AMIGO.-Pero ha demostrado una capacidad extraordinaria para conectar con las emociones y experiencias de su audiencia, algo que muchos intelectuales no han logrado.
RRP.-Pues disiento de esta apreciación. Acepto que debe haber conectado con los ritmos repetitivos de su música, su espantosa dicción, la morbosa sexualidad de sus letras, su aparente y simulada protesta contra lo “establecido” y su muy estratégicamente pensada bravuconería política disfrazada de patriotismo. Pero cuando dices que los intelectuales no han logrado conectar con su audiencia, amigo, no sé… Entonces pensaría que intelectuales como Betances, Albizu, Filiberto, Hostos, Baldorioty –sin contar escritores y otros artistas y deportistas de inmenso prestigio profesional, filantrópico e intelectual en el país– y hasta el mismo colega suyo, René Pérez (¡que es un intelectual probado de su misma generación!), son peores que Bad Bunny en ese sentido. No, amigo, creo que te equivocas.
AMIGO.-Dices que no ha colocado a Puerto Rico en un nivel apreciable a nivel internacional. Pero los números, los premios, las portadas de revistas globales y los estadios llenos en distintos continentes cuentan otra historia.
RRP.-No diré jamás que tú lo eres, pero ¿se puede ser tan ingenuo de pensar que todos esos reconocimientos son merecidos? ¿Ignoraremos que son comprados en estrategias de mercadeo y negocios corporativos? ¿Cuándo vamos a entender que 𝑩𝑨𝑫 𝑩𝑼𝑵𝑵𝒀 𝑵𝑶 𝑬𝑺 𝑼𝑵 𝑨𝑹𝑻𝑰𝑺𝑻𝑨, ¡𝑬𝑺 𝑼𝑵 𝑷𝑹𝑶𝑫𝑼𝑪𝑻𝑶! Como la Coca Cola o el iPhone. Es el producto de una corporación multimillonaria que tiene la capacidad, los recursos y el capital para hacer que esa fama y ese reconocimiento llegue a los espacios donde no llegan los artistas por sus méritos, esos que se han partido el lomo 𝘚𝘖𝘓𝘖𝘚 para lograr el reconocimiento, las oportunidades y la “fama” por sus méritos artísticos y no por estrategias corporativas.
AMIGO.-Su presencia ha llevado el español caribeño, nuestro acento, y nuestras luchas, a un escenario mundial.
RRP.-Si de algo se han burlado en el extranjero, amigo, es de su espantosa dicción, de las innumerables incorrecciones idiomáticas y lingüísticas de sus letras. Si vamos a convertir defectos en virtudes, pues no sé qué decirte.
AMIGO.-¿Es esto menos valioso porque viene de un reguetonero y no de un poeta laureado?
RRP.-Sí, es menos valioso. Y te diría QUE NI SIQUIERA ES VALIOSO, porque es una estrategia de mercado, una simulación. ¿Acaso gritar “¡Fuera LUMA!” o pagar un bojote de dinero (que pudo haber usado en causas sociales más apremiantes) por un billboard para insultar a los PNPs es un acto patriótico? Quien así piense no sabe lo que es la Patria.
AMIGO.-No niego que el mercado cultural tiene sus sombras, pero sería injusto desestimar la relevancia de Bad Bunny solo porque no encaja en los moldes tradicionales de lo que consideramos "alta cultura".
RRP.-¡Ups!, divides la cultura como “alta” y “baja” cuando líneas arriba has dicho que es UN organismo vivo. Y ahora infieres que “la baja cultura” vale lo mismo que “la alta”. Eso no lo acepto, no aceptaré jamás que la brutalidad valga lo mismo o tenga los mismos derechos que la inteligencia. No, amigo, hasta ahí llegamos. Si “baja cultura” es decir “me gusta la chocha de Puerto Rico” o “te lo voy a meter de tal o cual manera”, pues entonces prefiero “la alta” un millón de veces.
AMIGO.-Hay espacio para ambos mundos, y Puerto Rico necesita tanto a los intelectuales reflexivos como a los artistas que movilizan multitudes.
RRP.-Claro que hay espacio para todos, sobre eso no hay discusión. Pero no obligues a uno a someterse al otro solo porque tiene más fama, más dinero o más “likes”.
AMIGO.-Finalmente, insto a que reconozcamos el valor de todas las contribuciones, desde la academia hasta los escenarios, porque al final del día, todos –intelectuales y artistas, poetas y reguetoneros– estamos intentando construir un país mejor.
RRP.-Ahí sí estamos de acuerdo. El mejor país es la prioridad. De eso no hay duda. Y es responsabilidad de todos. Pero no llamemos “contribución” a lo que destruye la Nación. Te contesto con la deferencia y la consideración que mereces por tu inteligencia y tu respeto al expresarla. Estipuladas nuestra diferencias, te doy mil gracias por esta inteligente argumentación.
AMIGO.Gracias por abrir este espacio para el diálogo. El futuro de nuestra cultura necesita menos divisiones y más puentes.
RRP.-Claro que sí. Puentes que no se caigan.
𝐁𝐀𝐃 𝐁𝐔𝐍𝐍𝐘 𝐍𝐎 𝐄𝐒 𝐔𝐍 𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐀
Parte 5 y última.
Por R. RAMOS-PEREA
Ante mi aseveración de que Bad Bunny no es un artista, sino un mero producto de un mercado, varios amigos, y otros no tan amigos, me han increpado sobre la presunta “petulancia” de mi argumento. Pues, obviamente, yo no soy quién para repartir esos carnets, pero sí tengo criterios.
Sí tengo una escala de valores que me permite establecer un juicio, apoyado por postulados filosóficos, artísticos e intelectuales que aún nos permiten determinar y categorizar algunas cosas. Si no fuera de esta manera, cualquier cosa sería cualquier cosa con tal de complacer nuestra personal percepción de ellas. A cualquier trapo le llamaríamos frisa.
Cuando digo que Bad Bunny no es un artista, utilizo algo que se llama 𝐂𝐑𝐈𝐓𝐄𝐑𝐈𝐎. La crítica ES EL EJERCICIO DEL CRITERIO. El criterio, distinto a la 𝐎𝐏𝐈𝐍𝐈𝐎́𝐍, utiliza herramientas de pensamiento con las que muy poca gente está familiarizada. Muchos piensan que 𝐥𝐚𝐨𝐩𝐢𝐧𝐢𝐨́𝐧 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐥 es lo que determina el valor de algo. Claro, vivimos en un país donde todo el mundo opina sobre todo, pero muy poca gente 𝐏𝐈𝐄𝐍𝐒𝐀 el 𝐩𝐨𝐫 𝐪𝐮𝐞́ de su opinión.
Opinar es muy fácil, ya lo he dicho: 𝐥𝐚𝐬𝐨𝐩𝐢𝐧𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐬𝐨𝐧 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐥𝐚𝐬 𝐧𝐚𝐥𝐠𝐚𝐬, 𝐭𝐨𝐝𝐨 𝐞𝐥𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐮𝐧 𝐩𝐚𝐫. Pero, ¿cuánta gente tiene criterios? ¿Cuánta gente puede hacer un análisis comparativo, histórico, crítico? ¿Cuántas personas pueden establecer valores de trayectoria, aportaciones significativas, estructuras sólidas, fragmentaciones y rupturas artísticas realmente nuevas? Y cuando digo NUEVAS, no digo “novedosas”. Novedoso es cualquier cosa que llama tu atención por un momento, pero 𝐚𝐥𝐠𝐨 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐨 𝐞𝐬 𝐚𝐥𝐠𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐞𝐱𝐢𝐬𝐭𝐢́𝐚𝐚𝐧𝐭𝐞𝐬, 𝐚𝐥𝐠𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐬𝐞 𝐡𝐚𝐛𝐢́𝐚 𝐯𝐢𝐬𝐭𝐨𝐧𝐮𝐧𝐜𝐚. Y para estar seguro de que no se ha visto NUNCA tienes que conocer lo que se hizo antes. Tienes que saber 𝐇𝐈𝐒𝐓𝐎𝐑𝐈𝐀. Decir que la música de BB es “nueva”, es no conocer lo que se hizo antes.
𝟏)𝐄𝐋 𝐀𝐒𝐔𝐍𝐓𝐎 𝐃𝐄𝐋 𝐃𝐈𝐍𝐄𝐑𝐎: El hecho de que un llamado artista sea millonario y haya obtenido su fortuna por el ejercicio de su “arte”, sea cual fuere, ¿convierte ese “arte” en bueno, en valioso, en asertivo? ¿No sería lo mismo pensar que cualquier película del mundo que produjera 200,000,000 de dólares es buena y por tal razón debe considerarse artística, bien hecha y aceptable? ¿Acaso las muestras de arte son “buenas” o cualifican a su creador como “artista” porque hacen mucho dinero? ¿Acaso el Premio Nobel de Literatura se ofrece al que más libros vende? Si eso fuera así, no quiero ni imaginar a cuáles películas o libros podríamos llamar “artísticos”. Este “criterio” a convertido puros adefesios en joyas de la cultura.
2) 𝐂𝐎𝐍𝐓𝐄𝐍𝐈𝐃𝐎: 𝐔𝐧𝐚 𝐨𝐛𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐚𝐫𝐭𝐞𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐫 𝐚𝐥𝐠𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐞, que sea pertinente al momento en que se escribe y se crea. Algo que impacte el alma y la razón por largo tiempo. Las obras de arte se consideran artísticas cuando impactan no solo las emociones, sino también la razón. Si nos quedamos a un nivel emocional, las telenovelas turcas y mexicanas, con todo su arte y todo su capital de producción, ¿serían joyas comparables a "Cien años de soledad"? ¿O el “Show del Mediodía” o el de “Raymond Arrieta” podríamos oponerlo sin problemas a la obra pensada y meditada de cualquier dramaturgo puertorriqueño, contemporáneo o del pasado?
𝐋𝐀𝐒 𝐎𝐁𝐑𝐀𝐒 𝐀𝐑𝐓𝐈́𝐒𝐓𝐈𝐂𝐀𝐒𝐈𝐌𝐏𝐎𝐑𝐓𝐀𝐍 𝐏𝐎𝐑 𝐋𝐎 𝐐𝐔𝐄 𝐃𝐈𝐂𝐄𝐍. También tienen una parte donde LA FORMA en que se dice debe ser trascendente e importante; pero sin contenido, es una maniifestación vacía, momentánea, fugaz. ¿De qué vale asistir a presenciar un producto cultural simplemente por el mero entretenimiento? Los seres humanos se entretienen con cualquier cosa. Pueden pasar horas mirando el Internet o la televisión, o pasando el dedo por Instagram, o con cualquier video de TikTok. ¿Y vamos a llamar “arte” a los videos de TikTok o a las fotos selfies de Instagram?
3) 𝐓𝐑𝐀𝐒𝐂𝐄𝐍𝐃𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀. 𝐈𝐌𝐏𝐎𝐑𝐓𝐀𝐍𝐂𝐈𝐀 El fulano que pegó un guineo con tape en una pared de un museo y lo vendió por $8,000,000 de dólares, ¿tenemos que llamarle “artista”? Cuando salió esa noticia, a todos nos pareció verdaderamente espantoso. Pero, aunque duela aceptarlo a los fanáticos de BB, "Me gusta la chxcha de Puerto Rico" es MENOS valioso que el guineo y el tape, por una sencilla razón: hay manifestaciones llamadas "artísticas" que son degradantes de la humanidad, pues son prejuicios gratuitos, ofensivos y directos contra algún grupo social. El solo hecho de utilizar el rótulo del “arte” para ofender, degradar, ultrajar a un grupo social particular, ofender al negro, a la mujer, o a la homosexualidad o al pobre, pone una interrogante a la esencia misma del arte.
¿Qué se puede usar el “arte” para agredir y seguirse llamando “arte”? ¡Claro que sí! Yo mismo lo he hecho muchas veces. La comedia y la tragedia son agresiones. Una agresión premeditada y pensada contra alguien que oprime, que abusa, que mata. Entonces el arte adquiere la importancia de la defensa y la protesta. Bad Bunny tiene canciones de protesta espontánea. ¿Pero son esas protestas “nuevas”?, ¿Se dicen por primera vez?, ¿Son deslumbradoras de intelecto, bien articuladas y pensadas, o son meros gritos estentóreos que buscan la simpatía inmediata de los sectores afectados, 𝐬𝐢𝐦𝐩𝐚𝐭𝐢́𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐬𝐞 𝐛𝐮𝐬𝐜𝐚estratégicamente 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐩𝐫𝐨𝐯𝐨𝐜𝐚𝐫 𝐦𝐚́𝐬filiaciones y 𝐯𝐞𝐧𝐭𝐚𝐬?
Gritar ¡Fuera Luma!, protestar por los apagones, desearle mxerte al PNP, o prevenirnos de lo que pasó en Hawaii –(como si eso no se hubiera estado haciendo desde décadas atrás por serios pensadores de nuestra condición colonial)-, sin más explicación que un grito destemplado de oposición, no me parece que sea arte. Cualquiera grita lo que sea si se siente oprimido. Pero ese grito no es arte. Si así fuera, la canción “Mi Tití” podría ser el himno nacional del machismo borincano.
Como la gente se ha quejado de que escribo largo, me detengo, (ya sé cuánta piquiña le produce pensar a mis hermanos boricuas)-, porque pensamientos importantes y profundos no se pueden hacer en un párrafo, dejo aquí esta última reflexión: 𝐍𝐎𝐂𝐎𝐍𝐅𝐔𝐍𝐃𝐀𝐌𝐎𝐒 𝐏𝐑𝐎𝐃𝐔𝐂𝐓𝐎𝐒 𝐂𝐎𝐍𝐈𝐃𝐄𝐀𝐒.
Si usted quiere comprar productos, que le vaya bonito. Yo prefiero las ideas.
Las ideas no son frascos de jabón que se bajan de un estante y se pagan en una caja registradora. ¿Cuánto recordaremos de Bad Bunny de aquí a 5 o 10 años? ¿Cuánto de Bad Bunny quedará en la memoria de este pueblo de aquí a 200 años?
Hoy todavía podemos leer y conocer los grandes pensamientos y acciones de los puertorriqueños escritos y llevados a cabo en momentos de profunda desesperanza, en momentos de traiciones, de asesinatos, de revueltas y de guerras, escritos esperanzadores, obras de arte inspiradoras, verdaderos impactos al alma humana que, aún después de siglos, nos conmueven. Ahí están los escritos de Betances y Baldorioty, ahí están las acciones filantrópicas de un Roberto Clemente, las acciones de justicia de un Nieves Falcón, las revolucionarias de un Filberto Ojeda o de un Juan Antonio Corretetjer, las poesías desgarradoras de Julia de Burgos y Clara Lair, las comedias agresivas y brillantes de Méndez Ballester, las ideas del Maestro Albizu, las pasiones raciales trascendentales de un Francisco Arriví, nuestra historia viva novelar de un Enrique Laguerre, y si quieren algo de este tiempo, ahí está la canción "Latinoamérica" de René Perez, ¡pura poesía!
Esa es la función del arte: trascender ideas, pensamientos y acciones fundamentales para explicar y capturar el sentido de la existencia, sentido que no es otro que 𝐄𝐋𝐎𝐓𝐑𝐎.
Bad Bunny no es un artista. Es un producto. Es igual que una Coca-Cola, una película barata o un iPhone, como ya dije: se compra porque en el momento se necesita para gratificar (como una masturbación) nuestra indolencia de existir sin sentido.
Pero eso jamás, 𝐉𝐀𝐌𝐀́𝐒 lo categorizará como artista.
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Ya sabemos, ya sabemos... aquellos que me han llamado "viejo" y "elitista" y qué se yo que otro insulto más porque simplemente usé mi cabeza para pensar... ya sabemos cómo piensa nuestra querida Patria y cuán condicionada está a sus espurios gustos y no a su inteligencia. Ya sabemos... por ello no vamos a dejar de expresar lo que creemos puede educar a mi Nación.
Mi NACIÓN, que celebra la ignorancia y aborrece el intelecto. Ya sabemos...
SOY “ELITISTA”. ¿Sabe lo que es eso?
Por R.Ramos-Perea
(Quien quiera leer, que lea, y quien se harte de mi pensar, ignóreme, por favor. Váyase a su página a vociferar su insulto, no aquí. Lo borraré. Yo no me meto en la página de nadie a joderle la vida.)
Hace seis o siete meses salí en defensa de René Pérez ante las acusaciones y valoraciones sin criterio, que el escritor e intelectual Edgardo Rodríguez Juliá le plantó en el periódico El Nuevo Día. Mi defensa generó más de 3000 comentarios laudatorios en todas mis páginas. En aquel momento nadie me mandó a callar, ni me dijo “viejo”, ni me insultó en lo personal ni me exigió explicaciones de por qué pensaba lo que pensaba. Utilicé con René los mismos criterios que usé en estos momentos para analizar a Bad Bunny y adjuqué lo que me pareció era adjudicable.
La “masa popular puertorriqueña” que venera las ejecutorias de René Pérez me reconoció y agradeció con supremos elogios la solidaridad intelectual mía de entonces. ¿Qué se hizo diferente esta ocasión? ¿Cómo en seis meses puedo ser levantado en brazos por mi defensa de René y ahora ser casi fusilado por decir lo que he dicho de BB?
Esto me obliga a encogerme de hombros y forzar al lector a pensar, comparar, analizar, a usar la cabeza para algo más que berrear opiniones. Finalmente, me di cuenta de que, como nación, tenemos un grave problema: EL DESPRECIO POR LA INTELIGENCIA. No sabemos qué significa la palabra "élite" ni entendemos cómo aplicar correctamente el concepto de "clasismo" en nuestra particular división de clases.
Las “élites” intelectuales han dirigido las grandes revoluciones de la historia, tanto contra las de sistemas como las del pensamiento. El Maestro Alejandro Tapia y Rivera —espero sepan de quién hablo— se refería a la "aristocracia del talento", infiriendo claramente que la inteligencia era una forma de clase superior a la que las masas debían acudir para ejercer el liderato y el control de sus pasiones fanáticas.
¿Qué hubiese sido de las grandes revoluciones de la historia sin sus intelectuales? Hubiesen sido meras algaradas, simples escaramuzas de ver quién mata más a quién. Ejemplos sobran:
• La Revolución Estadounidense, sin intelectuales como George Washington, Thomas Jefferson, Hamilton, Franklin o John Adams, habría carecido de dirección y jamás hubiera triunfado.
• La Revolución Cubana dependió de Fidel Castro, del Ché, de Camilo Cienfuegos, de Haydeé Santa María, quienes con su intelecto y su valentía armaron de valor a un pueblo para derrocar la dictadura de Batista.
• La Revolución Francesa necesitó de Robespierre, Danton, Marat, Desmoulins, quienes, con sus errores y aciertos, lograron liberar a Francia de una monarquía tenebrosa.
• La magna Revolución Bolivariana en toda Latinoamérica fue liderada por un intelectual de la inmensidad de Simón Bolívar, Francisco de Miranda, Nariño, Simón Rodríguez, que pensaron profundamente en las circunstancias de sus países.
En nuestras propias revoluciones: ¿Acaso Pedro Albizu Campos no era uno de los más importantes intelectuales de la Patria? ¿No era Ramón Emeterio Betances —filósofo, escritor, médico— el gran pensador detrás de nuestra revolución lareña? ¿Qué habría sido de la revolución autonomista del siglo XIX sin la templanza y el genio crítico de Baldorioty de Castro?
Esto es lo que hacen las “élites” que tanto se desprecian en nuestro pueblo. Si no le gusta la palabra "élite", el problema no es de las élites, sino suyo, que no ha estudiado lo suficiente. Yo pertenezco a una élite intelectual, si quiere diga que soy “elitista” porque lo soy. Porque ese es mi oficio: pensar, escribir, producir controversia, crítica, y obligar al pueblo a reflexionar. Esa es tarea de “élites” y es mi compromiso, y lo seguiré haciendo, le moleste a quien le moleste. Usted señor molesto con las “élites”, no puede imponerle a una palabra la definición que a usted le da la gana.
Estamos hartos de un país servil y sumiso, de un país que se compra barato, donde Bad Bunny y Maripily son la mejor representación de nuestra imagen en el mundo. ¡Basta ya! Basta de menospreciar y degradar lo grande que hemos sido en nuestra historia, valorando lo insignificante, lo deshonesto y lo pasajero.
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Hermano querido:
El recuerdo de tus santos padres es sagrado para mi. Y de muy buena gana conversaría largamente contigo por todo lo inteligente que planteas. Pero estoy cansado de repetir los mismo argumentos para gente que no sabe leerme ni tiene criterios para diferir.
Tú los tienes, y tienes la solvencia intelectual que se necesita para un debate sustancioso. Tras ventear mis criterios contra la imbecilidad patria, lo único que puedo adelantarte es una impresión que bien puede estar equivocada, pero no deja de sustraerme. Mencionas a René Perez y sus primeras letras y su evidente vulgaridad y poco o ningún valor. ¿Qué tuvo que hacer para que su panorama cambiara a ser uno de los mejores poetas del país en este momento? Evolucionar, sí. Pero hacerlo con honestidad y respeto por su amplio público. No el público del punto y del chamboneo sobre las nalgas de la yal.
Claro, esa evolución le rindió frutos. Ahora es mil veces más apreciado por más gente INTELIGENTE, que lo que lo aprecia la caterva ignorante del maleanteo, para quien René es ahora otro pendejo más que ya no perrea ni regentea "por la calle" como al principio.
Ahora bien, -y trata de seguirme en este pensar- (porque como Krishnamurti que has leído, tenemos que pensar sin condicionamientos), ¿BB no está padeciendo de lo mismo? Ya explotó toda la vulgaridad que podía con más de 200 canciones (-me tomé el trabajo de leer las letras de todas, te lo aseguro, y la mayoría son tenebrosas y solo una que otra puede que sea generosa e inofensiva-) de pura vulgaridad, degradación, misoginia, racismo, etc. y la explotación de esa expresión nefasta ya no dá para más. Ya no vende más a su público que verá pasar estas canciones sin pena ni gloria por la historia.
¿Qué puede hacer ahora, de dónde agarrarse para mantener su maquinaria corporativa produciendo dinero? Porque no te creo que él ha hecho todo ese éxito solito y con su carita de niño bueno y sacrificado de bager de supermercado.
BB es una corporación neoliberal, y eso lo sabemos todos.
Pues a falta de apoyo de nuestro primer producto, pues tenemos que CAMBIAR!... pues que mejor que seguir lo que hizo René, ¡Eureka!. (De ahí el video y la canción de Hawaii.) Vamos a ponernos filósofos, patriotas, profundos, sociales, comprometidos. Eso me suena a meterse a la religión después de haber matado a 20.
De ahí parten mis juicios sobre su honestidad. A mi me tiene sin cuidado cuánto dinero tenga, para qué lo use, a quien contrata o a quien sirve o a cuantos les compra su lealtad. Es su dinero, no mío. Y claro que no hay nada de malo en que un artista tenga millones. ¡Ojalá yo los tuviera! Esa no es mi contención, para nada.
El resumen de mis juicios valorativos es que no veo honestidad en lo que hace y no acepto que se santifique la mediocridad y la ignorancia cuando le debemos al país LA VERDAD.
Creo que es un simulacro, como el de Maripily al decir que representa a la mujer puertorriqueña. Esas atribuciones públicas que los medios y la brutalidad nacional nos hacen tragar como verdades es lo que hace que mis juicios sean tan severos como parecen.
Yo no tengo miedo a debatir mis juicios ante nadie. Soy un "elitista" porque soy un intelectual. Ya a mis años - por aquello de no ofender a los que me llaman "viejo"- me importan tres pitos lo que la gente piense de lo que yo pienso. Yo no tengo que tirar mas fotos, tengo mis ojos muy abiertos y recuerdo perfectamente mi pasado y lo que se jodieron generaciones enteras para llegar hasta el hoy que BB reclama como suyo.
Pero no soporto los personalismos porque no los uso contra nadie. ¿Porque tengo que aceptar que los usen contra mi, para defender a BB de mi críticas? Hermano, nuestro pueblo necesita educarse, evolucionar, una segunda oportunidad como muy bien dices, pero que se le aplique el rigor del intelecto, no la condescendencia del "esfuercito".
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Conferencias publicadas en digital en la página ISSUU del IATR.:
El RENACIMIENTO NEGRO PUERTORRIQUEÑO: desde Eleuterio Derkes hasta el HAMILTON de Lin Manuel Miranda. (2019)
Roberto Ramos-Perea.
PANCHO IBERO: PRIMERA REVISTA DE
LA INTELECTUALIDAD PUERTORRIQUEÑA NEGRA (2022)
Roberto Ramos-Perea.
NORBERTO GONZÁLEZ: PATRIOTA (2022)
Roberto Ramos-Perea.
ALEJANDRO TAPIA Y RIVERA: SUS IDEAS
Y LA SOCIEDAD DE ENTONCES (2023)
Roberto Fernández Valledor
MANUAL PARA EL DIRECTOR DE CINE (2023)
José “Pepe” Orraca Brandenberger
RENÉ MARQUÉS y el TEATRO NACIONAL HOY…(2024)
Roberto Ramos-Perea.
EL GOBIERNO PERMANENTE: LOS SECRETOS DE WASHINGTON
SOBRE LA RELACIÓN CON PUERTO RICO.
Juan M. García Passalacqua (2024)
EDENTORES: Edición crítica de Viva Auffant. (2024)
Por Mario Ayala Santiago
Acceda de forma gratuita a las
CONFERENCIAS Y LIBROS DIGITALES DEL
INSTITUTO ALEJANDRO TAPIA Y RIVERA
Muy buen argumento. BB no me representa. No es artista, no canta. Solo "Money talks" y "Monkey see monkey do". Está pegao con la gente, mentes de mime, irresponsables. Q les gusta la porqueria , no se respetan ni se dan valor.
Vía ZAB
“La autoconciencia en una sociedad fuertemente anestesiada es un non-sequitur extrañamente concebido.
Es similar al dolor del miembro fantasma. Sientes como si estuviera ahí, pero no está. Es una pérdida de tiempo y otra herramienta eficiente para la captura y el control masivos.
A veces uno debe hacer una clara distinción entre el concepto presentado de un concepto y el conocimiento experiencial real de la sustancia del concepto mismo.
Las palabras pueden ser muy poderosas para crear engaño.
P.D. Cuidado con los influencers del tipo "buena vibra".
Los búhos no son lo que parecen.