Nuestro primer dramaturgo puertorriqueño, Don Celedonio Luis Nebot de Padilla, en algún momento de la década de 1850, paso una larga temporada en el Monasterio de El Escorial, refugiado de las persecuciones políticas a que lo sometió el tirano Espartero. Aquí escribió varios cantos y largos poemas religiosos. En la religión católica y sus devociones encontró consuelo al sufrimiento personal de ver a sus mejores amigos ser fusilados por el fallido golpe de 1849. Nebot, hijo de español y puertorriqueña nació en San Juan en 1815, y morirá en Madrid en 1865. Y es el dramaturgo autor de nuestra primera obra dramática titulada MUCEN O EL TRIUNFO DEL PATRIOTISMO publicada en San Juan en 1833, que viene s ser nuestra primera obra literaria y nuestro primer libro puertorriqueño publicado en Puerto Rico.
Por este Monasterio/Palacio pasó el gran dramaturgo romántico italiano Vittorio Alfieri, quien escribió su genial obra PHILIPPO, inspirada en las atrocidades cometidas por Felipe II contra su hijo a quien encerró en una torre a morir de locura y hambre, pues lo veía como una amenaza a su Imperio. Sobre esta obra de Alfieri, nuestro inmenso Roman Baldorioty de Castro, escribirá su adaptación titulada FELIPE II, estrenada en La Perla de Ponce en 1884 y que abonó a la continua vigilancia que sobre él ejecutaban los incondicionales de San Juan. Baldorioty al igual que Nebot, deben haber sentido la abominable prepotencia de estos muros
monarquicos pues Baldorioty y José Julian Acosta viajaron por estos lugares en esa misma década de 1850 antes de continuar sus estudios en París.
La Biblioteca de Felipe II es una de las más completas bibliotecas del
Mundo, que especializó en todas las ciencias exactas con volumenes iluminados, romanos, griegos y árabes.
Y también de obras de teatro como las de Plauto.
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